J. Francisco Guerrero López
Durante las cuatro horas que transcurren mientras espera al camión de la mudanza que lo va a recoger, el pintor malagueño Jorge Díaz repasa lo que ha sido su vida hasta ese momento, imitando desde niño -incluso en sus más pequeños detalles- a su paisano Pablo Picasso. Esa necesidad obsesiva de parecerse a su ídolo le ha conducido a situaciones patéticas y, en ocasiones, cómicas. Y es que Jorge Díaz es, en muchos aspectos, muy diferente al genio de la pintura al que trata de asemejarse. Para empezar no tiene demasiado talento y es un individuo solitario, ingenuo y excéntrico. Y sin inteligencia práctica para desenvolverse en el mundo del arte.
Su vida se va complicando cada vez más, sobre todo cuando no solamente imita a Picasso en lo relativo a la pintura, sino también en las relaciones afectivas o en sus costumbres más íntimas. Sin embargo, toda esa enfermiza supeditación a su maestro se viene abajo cuando se enamora de Carmen, una mujer madura que se encuentra en una silla de ruedas a causa de un accidente de tráfico. Pero el azar le tiene reservada una sorpresa que cambiará su vida para siempre.
“En El doble de Picasso, el autor nos va llevando –a través de un extenso flashback, con un sostenido pulso narrativo en el que a veces se entremezclan el lirismo y lo humorístico– por el mundo de las obsesiones del pintor Jorge Díaz, un personaje sólidamente trazado cuya historia es, de hecho, el relato de una búsqueda: la de la propia identidad, tanto artística como afectiva”. Francisco Ruíz Noguera.
“Esta novela comienza con el secuestro violento y sanguinario de un pacífico gato doméstico. Pues bien, como las deidades egipcias que amaban lo indecible a estos animales, el pan-creador Pablo Picasso se apodera del protagonista de estas páginas y marca sus sueños y su rumbo, y además aprovecha para mostrar su estirpe anhelante y devoradora. En definitiva, Francis Guerrero nos demuestra, de manera episódica y sutil, que Picasso podemos llegar a ser nosotros". Alfredo Taján.
“Francisco Guerrero intenta dar un paso adelante en su planteamiento literario, prescindiendo del recurso a las temáticas de acción e intriga, y centrándose en una historia de amor trágica que le sirve de marco para presentar a un singular personaje obsesionado por repetir los pasos de su admirado Pablo Picasso".
“Tras los múltiples y a menudo caóticos aconteceres de este pintor fracasado que va tras las huellas del gran genio malagueño, oculto tras la pintura de una vida bohemia a caballo entre el desenfreno y la misantropía, se revela sibilinamente el verdadero tema de este libro: la presencia de la muerte en el límite de toda experiencia".
“Francisco Guerrero reafirma con esta novela su gran capacidad para describir situaciones y caracteres, con un lenguaje fluido y una gran preocupación por las encrucijadas éticas de la vida". Enrique D. Zattara.